El Santuario de Meritxell en Andorra es un lugar de obligada visita. Tanto si se quiere hacer por cuestiones espirituales como si no, Meritxell ofrece al visitante la autenticidad de la vida pirenaica. Su nombre nació entre montañas allá por la Edad Media y en él se aúnan paisaje y aspectos místicos. La revisión del monumento que se realizó a causa de un incendio ha recogido a la perfección las señas de identidad andorrana. Conoce a continuación cómo se han integrado naturaleza, devoción y cultura en el Santuario de Meritxell en Andorra.
Virgen de Meritxell
Meritxell en Andorra es el templo más importante del país. Esto puede llevar a la idea de un monumento imponente tal y como sugiere la magnificencia de las catedrales europeas. Pero si el visitante busca en el Santuario Meritxell esta fastuosidad, no la encontrará. Este conjunto arquitectónico es impactante, pero por otros motivos diferentes a las que se podría imaginar.
El pueblo y el santuario (Santa María de Meritxell) se ubican en la parroquia de Canillo. Su situación está en el centro del Principado, algo que gusta hacer coincidir con el significado de este nombre. Una de las interpretaciones etimológicas de Meritxell se vincula a la palabra “mediodía” o espacio central del día. En efecto, el enclave del santuario se sitúa en el fondo de un valle con pocas horas de sol, circunstancia que explica otra interpretación del nombre, “pequeño sol de mediodía”. De hecho, el término “mereig” se cree proviene del latín meridiem, momento más esplendoroso del día. Si bien también podría proceder del latín merus-meritus cuyo significado es puro, mediodía es también el término con el que los pastores designan el área de pasto iluminado por el sol.
Todas estas interpretaciones refuerzan sin duda el encanto de este santuario. Sin embargo, lo más probable es que Meritxell sea una corrupción del latín al catalán de "mare del cel", esto es, la madre del cielo. Sea lo que fuere, la Virgen de Meritxell es desde 1873 la patrona y especial protectora del Principado de Andorra.
Basílica de la Virgen de Meritxell
Meritxell en Andorra es un grupo de edificaciones cargadas de gran simbolismo. La leyenda que narra el hallazgo de la talla de la Virgen Meritxell es una de sus curiosidades, pero no la única. Desde el eclecticismo del conjunto hasta las vistas que pueden ser contempladas desde su interior, todo lo que rodea a este santuario llama a ser parte de él, aunque sea por un rato.
Yendo más allá del componente religioso, Meritxell en Andorra es un monumento que representa fielmente a este país. Entre la tradición y modernidad, sin olvidar la fuerza de un escenario natural, esta basílica menor es un gran exponente de cómo debe ser la arquitectura integrada en el paisaje.
El templo antiguo de Meritxell y la talla de la Virgen tenían un origen románico. Un incendio a principios de los años 70 destruyó la figura y gran parte de la edificación. Afortunadamente, el arquitecto Ricardo Bofill se hizo cargo de su reconstrucción y la talla de la Virgen Meritxell fue restituida por una reproducción. El templo tiene planta de cruz griega y bóveda de cañón, añadiendo elementos que reflejan la genialidad del arquitecto sin olvidar que aquí se dan la mano arte, tradición y fe.
Leyenda de Meritxell
Meritxell en Andorra es una de las paradas de la Ruta Mariana. Además de este punto, el recorrido lo integran otros cuatro lugares santos de España y Francia: el del Pilar, el de Montserrat, el de Torreciudad y el de Lourdes. En Meritxell, además, se puede contemplar al resto de patrones de las 7 parroquias de Andorra.
Mucho antes de la creación de las rutas santas, los pastores de las montañas de Europa tenían como costumbre contar narraciones entrañables. Algunas de ellas trataban sobre la manera en que se hallaban antiguas figuras de la Virgen. En el caso de Meritxell en Andorra la talla apareció en una cueva y ese lugar fue el elegido para construir una ermita con su nombre.