Habrá quién piense que el senderismo es tan sencillo como andar. Y no le faltaría razón si la práctica del senderismo se realizara durante unos 10 minutos. Pero cuando una actividad (sea la que sea) implica horas y además se realiza en un medio cambiante como es la naturaleza, la cosa cambia.
En este artículo repasaremos algunos consejos prácticos y normas de seguridad en la montaña y otras cuestiones de interés como: qué llevar para hacer senderismo. Si te gustan las grandes caminatas en entornos de excepción (como las rutas de trekking por Andorra), no te pierdas este post.
Consejos de senderismo para principiantes
No hay que perder el respeto a la naturaleza ni sobrevalorar nuestras propias capacidades. Estos dos extremos son habituales entre jóvenes y ‘amateurs’, así que estos consejos van especialmente indicados para ellos:
- Empieza con rutas cortas. Comienza con caminatas cortas y fáciles antes de intentar senderos más largos o difíciles. Hay páginas, como Wikiloc, donde encontrarás información sobre intensidad, trazado, distancias, etc. No dejes de visitar ese tipo de webs antes de calzarte las botas de trekking.
- Usa calzado adecuado. Invierte en botas de senderismo cómodas y resistentes que ofrezcan buen soporte y tracción. Una simple ampolla o rozadura te puede fastidiar toda la excursión. Desgástalas un poco antes de partir, pruébalas en tu barrio con pequeños paseos para que el pie vaya adaptado antes de la caminata. Y un ‘briconsejo’ interesante: lleva contigo un poco de vaselina. Te lo untas por los pies antes de salir y evitarás pequeños daños en los pies (y en otras zonas en las que se produzca ficción durante la caminata).
- Lleva agua y comida. Esto es de sentido común pero no siempre se tiene en cuenta, confiando en que habrá fuentes y ríos por doquier, lo cual no siempre es así. Mantente hidratado y lleva barritas energéticas para mantener tu nivel de energía, así como frutos secos (especialmente pasas) que pesan poco y aportan vitalidad.
- Sigue las marcas y señales. Mantente en el sendero marcado y respeta las señales para evitar perderte. Dicho esto, también es conveniente llevar un buen teléfono con la batería bien cargadita. Otro consejo: existen baterías analógicas que te pueden salvar de un apuro en caso de accidente. Se cargan con una manivela y en el campo pueden ser una bendición en caso de pérdida.
Consejos para caminar en la montaña
Los consejos anteriores, dirigidos a recién iniciados en senderismo de montaña, siguen siendo válidos para caminantes más experimentados. Añadimos también estos consejos para ir al monte:
- Presta atención a la altitud. A medida que subes, el oxígeno disminuye. Toma descansos y bebe agua para evitar el mal de altura. Aunque los verdaderos problemas surgen a partir de los 3000 metros, puede darse cierta sensación de desasosiego en cotas superiores a los 2000 metros.
- Viaja en grupo. Es más seguro y ofrece apoyo en caso de emergencia. Si vas solo, informa a alguien de tu ruta y horario.
- Mantén un ritmo constante. Camina a un ritmo que puedas mantener durante toda la ruta, tomando descansos cuando sea necesario.
- Empieza temprano: Salir temprano te permite aprovechar la luz del día y evitar las tormentas que suelen formarse en la tarde.
- Planificación previa: Investiga la ruta, conoce su dificultad, distancia y duración, y consulta el pronóstico del tiempo.
- Lleva lo esencial. Agua, comida, un mapa, brújula o GPS, protector solar, gafas de sol, botiquín de primeros auxilios, linterna y un silbato. Y un libro de bolsillo. Porque no todo va a ser supervivencia. Un buen momento de lectura junto a un arroyo, descansando, es una de las cosas por las que merece la pena el senderismo.
Reglas básicas del senderismo
La filosofía del buen senderista implica que todos podamos disfrutar de esta práctica y, por tanto, que la naturaleza sufra el menor impacto tras el paso de nuestros pies por los caminos. Tener en cuenta estas reglas ayudará en esa misión:
- Respeta los senderos: Mantente en los caminos marcados para evitar dañar el entorno y no te arriesgues a perderte.
- No dejes rastro: Recoge toda tu basura, respeta la flora y fauna, y evita hacer ruido excesivo. Evita “embellecer” la naturaleza, pues esta ya es bella per se. Así que los montoncitos de piedras y demás adornos son prescindibles, a no ser que estos se hagan con una finalidad de indicar que el camino prosigue por allí.
- Sé consciente de tu entorno: Escucha y observa la naturaleza, y sé consciente de posibles peligros, como terrenos inestables o animales.
- No tengas prisa. En la vida, pero sobre todo en el senderismo, el propio camino es la meta. Camina, contempla y disfruta.
Qué llevar para hacer senderismo
A lo largo del artículo ya hemos dado algunas claves relacionadas con la impedimenta del senderista, pero las agrupamos ahora en esta serie de puntos:
- Calzado adecuado. Botas de senderismo con buen agarre y soporte para evitar resbalones y torceduras.
- Ropa en capas. Ropa transpirable y de secado rápido, una capa intermedia térmica y una chaqueta impermeable para adaptarte a cambios de temperatura y clima.
- Mochila ligera. Para llevar tus suministros básicos.
- Agua. Suficiente para mantenerte hidratado durante toda la caminata (botella o sistema de hidratación).
- Comida. Barritas energéticas, frutos secos o fruta deshidratada. Y un buen bocata de lo que más te guste, que no solo de alimentos comprimidos vive el hombre (y la mujer).
- Mapa y brújula/GPS: Para orientación y evitar perderte. No pesan nada y siempre ayudan.
- Protección solar: Protector solar, gafas de sol y gorra o sombrero para protegerte del sol. Si andas en los meses comprendidos entre marzo y octubre, no te la olvides. Y aplica en nuca, corvas y aquellos recovecos en los que se cuela el sol, sobre todo si lo tienes de espaldas.
- Botiquín de primeros auxilios: Incluye vendas, desinfectante, tiritas y medicamentos básicos. Los venden muy comprimidos para que quepan en un bolsillo de la mochila.
- Linterna/frontal: Con baterías extra, en caso de que la caminata se extienda hasta la tarde o noche. Un toque muy ‘pro’.
- Navaja/multiherramienta: Útil para diversas situaciones. La famosa del logo suizo servirá, pero también otras menos glamurosas.
- Silbato: Para emergencias o señalización. Tampoco pesa nada y te puede salvar la vida si te pierdas o has caído en una sima.
- Manta térmica: Ligera y compacta, útil en caso de emergencia para mantener el calor.
- Bastones de senderismo. Ayuda a reducir la presión en las rodillas y mejorar el equilibrio en terrenos irregulares. También vale el clásico cayado de madera de los que usan los peregrinos para el Camino de Santiago. De hecho, le da un punto más auténtico y evita caer en lo que hay quien llama “senderistas sintéticos”.
Rutas de senderismo en Andorra
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