Los amantes de las emociones del esquí de fondo pueden seguir disfrutando de la agradable sensación de deslizarse por el terreno gracias al rollerski. Por suerte, el Principado de Andorra, que no descansa ni en verano ni en invierno, ni de noche ni de día, apoya este deporte y le ofrece un entorno natural óptimo y magnificente, además de una serie de rutas ideales para practicar esta actividad en verano.
¿Qué es el rollerski?
También conocido como esquí de ruedas, es un deporte que recuerda al esquí de fondo pero que, ojo, no necesita nieve para ser practicado, pero sí una superficie dura y lisa, a poder ser de asfalto. Es un deporte muy completo que surgió como alternativa para los amantes del esquí de fondo durante los meses de verano; una manera de seguir ejercitando las mismas partes del cuerpo, en una sensación muy parecida al esquí sobre nieve, solo que los atractivos del verano. Menos necesidad de equipamiento y la caricia en la piel que ofrece el sol al comenzar o terminar el día, los momentos óptimos para practicar rollerski para evitar golpes de calor o quemaduras.
Como decimos, el rollerski permite a los esquiadores desarrollar los movimientos y la resistencia muscular que experimentan en el esquí sobre nieve. Los rollerskis están equipados con ruedas en lugar de la base deslizante tradicional, lo que permite desplazarse sobre el asfalto o superficies pavimentadas, de ahí que se conozca también como “esquí sobre ruedas”.
Como curiosidad técnica, destacar que la rueda delantera gira en ambas direcciones, pero la rueda trasera tiene una opción de bloqueo para evitar que, en las cuestas arriba, nos vayamos hacia abajo. Esto da seguridad y permite enfrentarse a esas pendientes con más confianza.
Además de ser empleado como una forma efectiva de entrenamiento para los esquiadores de fondo, también es una estupenda actividad lúdica para los amantes del esquí ‘en seco’, recomendable para todo tipo de edades. Según la intensidad con la que se practique, el rollerski supone un estupendo ejercicio cardiovascular al tiempo que fortalece los músculos de las piernas y la parte superior del cuerpo.
Rutas de rollerski cerca de Grandvalira
Una ruta muy recomendable para calzarse los rollerskis en el entorno de Grandvalira es el valle de Incles. Un lugar digno de localización de película épica, tipo ‘Braveheart’ o la serie ‘Juego de tronos’, con sus impresionantes montañas que rodean en todo momento al esquiador sobre ruedas.
El recorrido sigue una vía asfaltada y resulta bastante exigente, por lo cual no se recomendaría a los principiantes en el conocido como esquí de verano.
De la localidad de Canillo parte también algunas rutas para senderistas, por lo que una gran idea es acercarse por la oficina de información de dicho lugar para que nos orienten al respecto, así como usar la guía Busca’ls. Aunque la ruta que conecta la estación de Grandvalira con el propio Canillo es también válida; sigue el curso del río Valira y combina tramos de subida con zonas de bajada, por lo cual es ideal para toda la familia, y sobre todo para los amantes del rollerski más jóvenes.
Rollerski y naturaleza
En rutas como las del valle de Incles, cerca de Grandvalira, se entiende la rápida expansión que está teniendo el rollerski. Porque si uno da con un entorno adecuado, como este rincón en lo más profundo de Andorra, el espectáculo de la naturaleza, tanto en fauna como en flora, es prodigioso.
Respecto a lo segundo, tienen fama el narciso de los poetas y la flor nacional del Principado, la grandalla, con sus seis pétalos blancos y una corona amarilla en el centro. También abundan los lirios, las gencianas, y los rododendros que aparecen entre los arbustos y los bosques de pino negro.
Todo ello, así como las distintas aves autóctonas que surcan los cielos, se puede admirar desde nuestros rollerskis, al tiempo que nos ponemos en forma y disfrutamos del mejor verano pirenaico. En Andorra, claro. ¿Dónde si no?