Andorra es un destino privilegiado para la observación astronómica. Su ubicación en el corazón de los Pirineos, con su baja contaminación y cielos despejados hacen que sea un lugar óptimo para la contemplación del firmamento.
Más allá de las opiniones y las experiencias de cada uno, lo cierto es que Andorra cuenta con certificados objetivos que avalan su ubicación y lo confirman como un enclave idóneo para ver las estrellas. Hablamos del sello Destino Starlight, una iniciativa respaldada por la UNESCO que promueve la conservación y protección de los cielos oscuros y fomentar el turismo astronómico.
Son destinos que se otorgan al cumplir ciertos criterios de calidad en cuanto a la protección del cielo nocturno y en ese aspecto, Andorra, protegida de la contaminación lumínica y con sus picos apuntando a las estrellas, es un mirador privilegiado.
Parque Natural del Comapedrosa: el lugar más afortunado
Si una nominación Starlight otorga puntos y credibilidad, una Doble Certificación, como es el caso del Parque Natural de Comapedrosa, es una verdadera garantía. Así lo determinó la Fundación Starlight a finales de 2022, para entregar este distintivo en enero de 2023.
Recordemos que se trata de un organismo sin ánimo de lucro creado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) para la difusión de la astronomía y el movimiento Starlight, comprometido con la conservación de espacios que fomenten el mejor visionado de las estrellas, constelaciones, galaxias y planetas.
Uno de esos lugares, como decimos, es el Parque Natural de Comapedrosa, que alberga al pico del mismo nombre que, con sus 2.942m de altitud es la cima más elevada del Principado y ubicado en la parroquia de La Massana.
Un lugar comprometido con la observación astronómica, como demuestran los concursos de fotografías que se celebran (como Les Nits del Parc Natural del Comapedrosa) o el Festival de Astronomía de Andorra Comapedrosa. Se celebra en junio y tiene como atractivo el apagado de las luces de la localidad más cercana, Arinsal, para observar la Vía Láctea en las mejores condiciones posibles. Puro espíritu Starlight.
Más lugares para disfrutar del cielo estrellado
Además de Comapedrosa, hay más puntos para una buena excursión nocturna en Andorra, con los debidos telescopios (o a simple vista), para disfrutar del firmamento en familia. Se trata, normalmente, de enclaves algo alejados de los núcleos urbanos que muestran un cielo más oscuro que se mostrará, paradójicamente, más luminoso que nunca.
El mirador del Coll de la Botella es otro punto señalado entre los turistas astronómicos. Se encuentra junto a la conocida escultura de ‘Tormenta en una taza de té’, del artista Dennis Oppenheim, y ofrece una vista de 360º sobre el valle de la Massana. Si se mira a tierra, se distinguen pueblos como Pal, Erts y Arinsal, e incluso el Parque Natural del Valle de Sorteny. Y, si se mira al cielo, de noche, en invierno, el espectáculo es impresionante.
Para llegar, hay que situarse en el punto kilométrico 13,3 de la CG-4.
Otro punto de interés para contemplar las estrellas en Andorra se encuentra a lo largo del conocido como circo de Tristaina y sus correspondientes lagos. Se trata de un lugar con una magia especial, donde es posible encontrar nieve avanzada la primavera e incluso en invierno, con un silencio y una oscuridad que invitan a la observación exterior pero también a la introspección.
Si el escritor y místico Pablo d’Ors invita a irse al desierto para meditar e iniciar un diálogo con uno mismo, los lagos de Tristaina son el reverso perfecto para este tipo de experiencias de comunión con la naturaleza y nuestro yo interior. Todo eso es posible, y más, en Andorra.