Debido al cambio climático, no pocas veces tenemos la oportunidad de ver en los medios de comunicación cómo estas enormes lenguas de hielo van menguando cada año por el aumento de la temperatura global. Saber qué es un glaciar y cuáles son sus características es apasionante, ya que se podría decir que cada uno de ellos tiene “vida propia”. Además, estas formaciones son un espectáculo de la Naturaleza tal que algunos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, como es el caso del Perito Moreno en Argentina o el Mer de Glace en Francia.
Qué es y cómo se forma un glaciar
Un glaciar es una enorme acumulación de nieve sometida a un proceso de compactación y cristalización a lo largo del tiempo que se llama glaciación, durante el cual esta nieve se convierte en hielo y pasa a engrosar la masa del glaciar.
Los glaciares constituyen aproximadamente el 75% de agua dulce del planeta, por lo que son un estupendo indicador de su salud hidrográfica. Es precisamente del ciclo del agua de lo que depende el glaciar, puesto que un mayor o menor grado de humedad le hará desplazarse con más o menos lentitud, mientras que las precipitaciones en forma de nieve aumentarán su tamaño. En este sentido, los glaciares se mueven más rápidamente cuanta más temperatura haya en su interior debido a que el hielo menos sólido eleva la humedad y contribuye al deslizamiento.
De la misma manera que hay glaciares más templados o más fríos, existe una clasificación de tipos de glaciares según la ubicación en la que se encuentren. Por cierto, en la Península Ibérica tenemos el privilegio de contar con uno de estos tipos, una prueba más de la enorme biodiversidad con la que contamos. Estos son los lugares en los que podemos encontrar glaciares:
- Glaciares de circo, formados en las paredes de las montañas, como los que hay alrededor de los lagos de Tristaina en Andorra y otras zonas de los Pirineos, los más meridionales de Europa. En estos glaciares la lengua de hielo no avanza hacia los valles.
- Campos de hielo, los cuales cubren mesetas enteras.
- Glaciares colgantes, típicos en Los Alpes debido a su escarpada orografía.
- Glaciares marinos, sostenidos parte en tierra y parte en el agua.
- Glaciares piedemonte, cuyas lenguas se extienden en una superficie llana.
- Glaciares de valle, también comunes en Los Alpes, considerados como “ríos de hielo”.
Como es lógico, el proceso de glaciación no se realiza de la noche a la mañana, de hecho, la nieve recién caída puede tardar hasta un año en formar parte de un glaciar. Sin embargo, de continuar el calentamiento global al ritmo actual, se estima que en 2100 habrán desparecido el 50% de todos los glaciares.
Partes del glaciar
Para terminar de entender qué es un glaciar mencionaremos sus partes, que son principalmente 3, aunque se le puede añadir una cuarta, formada a causa de su movimiento:
- Circo glaciar o zona de acumulación a causa de la cual, se produce una depresión en la que la nieve encuentra su lugar para transformarse en hielo.
- Lengua glaciar. Masa de hielo de grandes dimensiones que avanza erosionando el terreno.
- Zona de ablación o frente, donde el agua comienza a deshelarse y se convierte en corrientes o lagos.
- Morrenas, formación de depósitos de rocas arrastrados por el glaciar. Las morrenas, de manera general, bordean lateralmente el glaciar o se sitúan tanto en el centro de la lengua como en el área de ablación, aunque también son una señal visual de unión entre dos de estas formaciones.
Entre algunas de las razones por las que conocer qué es un glaciar están las nefastas consecuencias del aumento de la temperatura. Si se derriten, muchas islas y lugares costeros desaparecerán y nuestros recursos hídricos se agotarán. Los glaciares, antiguos e impresionantes, son tan importantes en nuestro planeta como lo es su tamaño.